Tito Ferrari tiene 28 años y es miembre de RAJAP desde el 2017. Después de más de 3 años viviendo con VIH, decidió compartir en sus redes personales que vive con VIH. Esta es su historia:

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Ya estuve encerrado demasiado tiempo en el clóset marika como para tener que pasar no se cuántos años más encerrado en otro clóset así que voy a contar lo que debería haber contado aquel 29 de septiembre de 2016 cuando recibí el diagnóstico: yo vivo con VIH.
Ya me cansé de sentirme avergonzado de algo de lo que jamás debería haberme sentirme avergonzado. No maté a nadie, no cometí ningún delito, por el contrario, fui una víctima más de la NO implementación de la ley de educación sexual integral, entonces ¿por qué sentirme culpable yo? Culpable debería sentirse el Estado que nos quiere callados, que nos ve como máquinas de tomar pastillas sin sentimientos. que sólo nos culpabiliza y estigmatiza.
Por supuesto, el momento de la noticia fue un shock para mí pero si hay algo que me enseñaron mis viejes es que de todas las situaciones se puede salir adelante, y eso hice. Por el contrario, traté de ver el lado POSITIVO de la situación y busqué el aprendizaje, dejé de hacerme drama por pelotudeces y empecé a relacionarme con personas increíbles: les pares positives. Porque si bien a les pares nos une el vivir con VIH, somos personas totalmente distintas, de orígenes, culturas y pensamientos totalmente heterógeneos, que me permitieron abrir la cabeza, me permitieron empezar el camino de la de-construcción que aún sigo transitando, así que a elles GRACIAS.
Gracias también a mi familia y a mis mejores amigues que en cuanto les conté no me dieron la espalda sino que al contrario, me apoyaron y me animaron a seguir adelante. Y a las personas que no lo sabían (y se están enterando ahora) espero que entiendan que no fue falta de confianza lo que me impidió contárselos, sino que simplemente no los quería incomodar ni hacer sentir mal, que no es para nada fácil decir «yo vivo con VIH» y que sepan que HOY yo no me siento mal, sino que al contrario, estoy escribiendo esto con una sonrisa en la cara porque me permito ser libre, me permito ser yo mismo, y ¿qué puede ser mejor que eso? Lo último que quiero es que me miren con compasión o con tristeza porque no es eso lo que transito hoy en día. Tampoco espero que me digan nada, con un simple «te acompaño», si es que así lo sienten, me van a hacer sentir muy bien.
Y elijo esa frase porque vivir con VIH no es una cuestión de personas positivas y personas negativas, vivir con VIH es de todes, es una situación política. El VIH no discrimina, el VIH no elige por condición social, económica, raza, religión… el VIH está en el mundo y absolutamente todes tenemos que exigir la cura. Si bien la medicación es lo que nos mantiene vives e indetectables y también intransmisibles es decir, no puedo transmitirle el virus a nadie, digo basta de medicalizar cuerpos tanto positivos como negativos, no hay más tiempo, queremos la cura ya!
Y volviendo al tema de los clósets, ojalá que como aquella vez que dije «Sí, soy gay. ¿Y qué?», según me dijeron les abrí un poquito el armario a algunas personas, esta vez el decir «sí, vivo con VIH. ¿Y qué?» le permita a otras personas animarse a lo mismo porque vergüenza es lo que último que debemos sentir, está claro?
Vivir con VIH no es un delito. Basta de criminalizar y estigmatizar, nos merecemos una vida digna, como cualquier persona
Encontrá su publicación original aquí.
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Así como Tito, somos miles los jóvenes que vivimos con VIH a lo largo y ancho del territorio argentino. Tan única como su historia es la tuya, por lo que si vivís con VIH y tenés entre 14 y 30 años, ponete en contacto con nosotres. #NoEstásSolx
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