Cuando el cuerpo positivo tiene rostro. Y se planta.
Todos los días las personas que convivimos con el virus VIH vivimos situaciones de discriminación. Algunas de estas nacen de la falta de información y ocupamos el lugar de educadores. Sabemos que día a día abrir nuestra experiencia y compartir data –no solo estadísticas sino también vivencias- hace más tangible la situación.
Pero a veces nuestras identidades son violentadas por poner al virus antes que nuestra persona. Se nos agrede desde la asesina ignorancia. Porque los prejuicios matan. Destrozan nuestra confianza y nuestra vida con una impunidad que se acostumbró a que no tengamos rostro, a que no salgamos a decir nada por miedo a que se nos ubique. Bueno, ya no.
Lucas, un trabajador de Casa Vecchia, casa de comidas rápidas del Alto Palermo, vivió un despido por discriminación. Por VIH. Pero Casa Vecchia no es un caso aislado, es unx de los tantxs empleadorxs que hace esto. Como el caso de Lucas, si afinamos la mirada, vamos a encontrar muchísimos similares. Muchos esperan que la situación quede sin cara, innombrable, que se quede mansito y callado aceptando una culpa que no le corresponde. No más.
La Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivxs (RAJAP) convocó a una protesta pacífica, un escrache, una visibilización. Muchos rostros y voces que le dan nombre no solo a lo abstracto de un virus, sino también a la palabra discriminación, ponen nombre propio, y se plantan: Tocan a unx tocan a todxs.
El rostro de Lucas es el de todxs.
Vivamos o no con el virus, TODXS tenemos VIH. No podemos esperar ni pedirle a una sola persona que se inmole ante la violencia institucional. Nos unimos en acciones y visibilización porque más allá de que nuestros cuerpos sean positivos o negativos, la violencia nos mata a todxs. El cuerpo positivo ya no es sumiso y anónimo, tampoco es mártir. El cuerpo positivo es un cuerpo que reacciona, exige y comparte. Vos y mi voz. Nosotrxs.
El VIH/Sida trae al cotidiano muchas situaciones de discriminación y violencia, y el silencio es su refugio y lo que las perpetúa. Ya no. Acá estamos. Estxs somos. Somos todxs. Somos tu mamá, tu abuela, tu viejo, tus amigxs. Porque en el momento que tocan a unx, tocan a todxs.
Texto: Lucas Fauno Gutiérrez
Muchas Gracias por el apoyo de M.A.F.I.A (Movimiento Argentino de Fotografxs Independientes Auntoconvocadxs) que facilitaron el material fotografico.
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